martes, 3 de noviembre de 2015

JARRONES VACÍOS

Anoche encontré una rosa disecada en el trastero. Sosteniéndola por el tallo, recordé aquel día en el que me regalaste un ramo de flores. Me sorprendió tanto el gesto  ̶ tú, que tan poco detallista eras ̶  que decidí conservar una de las rosas, para nunca olvidar ese momento.
También recuerdo bien el motivo del regalo. No era 14 de febrero, ni tampoco nuestro aniversario. La tarde anterior me habías dado una bofetada, y un ramo de rosas rojas era tu manera de disculparte.

Ya nunca hubo más regalos. Esta rosa momificada es la única testigo: no me dejé embaucar y escapé a tiempo. Porque prefiero ser libre que tener mi casa colmada de flores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario