lunes, 17 de noviembre de 2014

Mateo

A Mateo le gustaban las cocinitas y  las muñecas. Su padre le reñía, él era un chico y  aquello era cosa de niñas. La mayoría de adultos le transmitió ideas sexistas.
Su hermano mayor le decía que era un blando, lo incitaba a pelear, pero a él no le gustaban esos videojuegos de matar.
Creció siendo una buena persona.
Una noche, cuando volvía a casa, vio a un chico que amenazaba con un cuchillo a una joven. Era Pedro, aquel niño que se pegaba siempre. Mateo se puso en medio, el arma le atravesó el pecho mientras el otro le gritaba que él no era lo suficientemente hombre para hacer nada. Murió en el acto, pero ella se salvó.





No hay comentarios:

Publicar un comentario