Toni era mi novio, una tarde quiso que no saliera de casa tal como iba vestida:
─Pareces una puta con esa pinta─. Tuvimos un "broncazo" impresionante, incluso me levantó la mano, yo cogí un jarrón.
Quedó en tablas, pero no lo volví a ver.
Pasado un tiempo tuve otra relación más seria. Una tarde, habíamos follado. Cuando salí del baño lo vi husmeando en mi móvil.
─ ¿Qué haces?─Le pregunté.
─Me gusta saber a quién llamas.
Le arrebaté el móvil de las manos, diciéndole muy indignada:
─Será mejor que lo dejemos, antes de que esto vaya a peor.
Se quedó atónito, intentó justificarse, pero me fui dando un portazo.
Hay detalles que no se deben consentir jamás
No hay comentarios:
Publicar un comentario