lunes, 21 de noviembre de 2016

Ver mi vida de otro color

Violeta.
Cuando te conocí, me pareció que tu mirada irradiaba ese bello color.
Me enamoré.
Te seguí a todas partes, perdí mi identidad...yo era tú...y tú eras tú.
No me importó.
Al principio te seducía la idea, te sentías admirado, querido... respetado. Empezamos una relación desequilibrada, donde el poder manaba únicamente de tu voluntad.
Pronto tus fracasos fueron haciendo mella en mí.
Aprendí a encogerme, minimizando mi ruido con afecto, atenciones... más no bastaba, tu hastío se convirtió en violencia.
Primero fueron los gritos, luego los golpes.
Demasiadas marcas de tu frustración grabadas en mí.
Ahora son de un tono morado, pero virarán al verde, al amarillo... y por fin desaparecerán, como lo hice yo aquel día, sin dejar huella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario