lunes, 14 de noviembre de 2016

Tapas blancas cantos dorados

Un sudor frío recorre mi espalda cuando, casualmente, encuentro el pequeño diario de tapas blancas y cantos dorados. Cruel regalo de comunión de aquel diez de mayo de hace mucho, aún tiene el pequeño candado que guardó mis escasas anotaciones. Infancia aparcada en el olvido que vuelve de repente. _Once de julio. Cumplo ocho años_. Pocas palabras con infantil trazo. Veintiuno de septiembre. Mamá ha caído otra vez en la bañera. Tiene el ojo muy morado... Navidad. ¡Mamá y yo hemos jugado al parchís toda la tarde!. Era consciente de mis mentiras escritas para olvidar. _ Uno de enero. Mamá y yo vamos a irnos de casa a escondidas_. Paso otra hoja. Nada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario