-En este callejón solo estamos tú y yo, preciosa.-Dijo cortándole el paso, dominante, haciéndole retroceder.
-No, solo estás tú.-Respondió ella titubeando pero segura de sí misma.
-No me vengas con cuentecitos que no llevo un buen día.-Le espetó con tono amenazante.
-Y peor lo vas a llevar si no me dejas marchar.
-Serás insolente…-Masculló lleno de ira, mientras su puño se dirigía a una velocidad vertiginosa hacia el rostro de ella.
Solo había parpadeado, cuando una mano ajena había frenado el golpe.
...
Cientos, miles de personas rodeaban a la muchacha.
-016, ¿En qué podemos ayudarle?
No hay comentarios:
Publicar un comentario