lunes, 14 de noviembre de 2016

Siempre tarde

Llevaba al demonio dentro. Lo perdió la bebida y los pocos detalles. Como su padre, igualito que hacía su padre. Sufrió poco la pobre. Y ahora el hijo. Es que esta gente lo lleva en la sangre. Recuerdo que todo empezó con el maltrato en la calle. Y mira que ella aguantaba callada viviendo en un mundo aparte. Siempre sola por dentro y por fuera. No te calles habla con alguien. En la puerta tras el tintineo de las llaves. Tantos gritos y tantas noches. Con lo guapo y amable que era de joven. Que era su mujer y de él o de nadie. Ahora descansa su pulso en el pecho y el cuello. Llega un día tarde la cárcel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario