viernes, 18 de noviembre de 2016

Porque me da la gana

Voy al servicio, dijo  por huir de la discusión. Le quería mucho, pero a veces… No le gustaba que le controlara el móvil. En realidad qué más da, no tengo nada que ocultar, se justificaba a sí misma cuando le dejaba. No le gustaba que se enfadase si bailaba con sus amigas, decía que las miraban. Son normales los celos, intentaba ella autoengañarse.  Se miró al espejo para retocarse muy poco, él tampoco soportaba que se pintara mucho, y por un instante no vio reflejada su cara fresca de diecisiete años, sino una mujer de ojos tristes, una sombra violácea en el pómulo, un labio tumefacto… No, dijo.  Decidida, se maquilló a su gusto y salió a bailar con todas      

No hay comentarios:

Publicar un comentario