lunes, 21 de noviembre de 2016

Nueva era

Nada te da derecho sobre ella. Su libertad, su integridad y su voluntad están por encima de ti, por encima de lo que te crees respecto de ella. Si no eres capaz de entender esta simple premisa y con tus acciones u omisiones invades su espacio, la estás violentando. La violentas con tu posesión, con tu mirada, con tu reproducción de la masculinidad hegemónica. Entiende, de una vez, que no hay espacio en esta sociedad para intolerantes machistas. La mujer es tan libre como tú; ni se debe a ti ni te debe nada. Respeta y ama como humano. Despójate de tu necesidad de demostrar tu hombría y virilidad. Súmate a la nueva era de los hombres que sabemos querer.  

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