Mis sueños palpitan y crecen, contigo se harán reales. Uno tras otro se me escapan, se encarcelan para poder respirar los tuyos, esos son los que importan. Me olvido de mí, me entrego para amar. Recoges mis sueños y los guardas en el cajón, son inútiles, pero tú vas a enseñarme a soñar. Incendias el cajón, quemas todo. Dejas las cenizas, ya no queda nada salvo tú. Una llama se enciende en mí, tú te consumes en ella. En la distancia, tu amor con sabor a guerra ya no duele, mis sueños ocultos me rodean libres, recuerdo que ya sabía soñar sin ti. Mi vida es mía, yo decido, mis sueños palpitan y crecen, se hacen reales.
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