"Los demás" no eran sus amigos. Intentaba protegerse de ellos, les huía, no contestaba.
La cuidadora observaba y a veces tras una pregunta, el niño respondía…"son los demás".
. _Los demás nunca me quieren.
. _¿Quiénes son los demás?, preguntó ella sorprendida.
._ Los que me gritan a mí y a mi madre, los que se enfadan conmigo y con mi madre.
No era fácil saber el motivo de ese apodo excluyente, pero pensó que en casa deberían proteger al niño y quizá a alguien más y que esto era prioritario y que las medidas tendrían que servir para ayudar a quien quiere ser ayudado y alejar a quien hace daño. Pensó en el trabajo que los profesores debían hacer con "los demás" para que dejen de serlo.
¡Es urgente!
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