lunes, 21 de noviembre de 2016

La primera vez

De pie, frente a la tumba, se palpaban en el aire los restos de la ausencia. La lluvia caía con delicadeza, como besando la piedra, las flores coloridas y las telas de los abrigos. Había sido la última despedida, todos se habían marchado ya, excepto ellas. La niña miró hacia arriba, agarrada de la mano de su abuela, buscando su mirada y sólo encontró un mar de lágrimas silencioso que surcaba un rostro lleno de dolor.
-          No llores abuela que me pongo más triste – susurró despacio.
Y entonces la anciana bajó la cabeza, acarició su cara y sonrió.
-          Mi cielo, no estés triste. Hoy es la primera vez en toda mi vida que tu abuelo me hace llorar.

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