lunes, 14 de noviembre de 2016

Hasta que llegó ese día

Era la forma en que me miraba esperando que me mantuviera callada. Eran las peleas constantes con los demás hombres para demostrar que no le pertenecía más que a él. Hacía siempre que me perdiera en mi misma, cuestionándome quién era. Antes lo sabía, era esa joven con sueños por los que luchar, esa joven que permitió que alguien la alejara de ellos hasta verlos en un sótano frío sin ventanas ni escapes. Nadie era capaz de ver esa soledad, ese sentimiento de frustración y el desamparo que mostraba. Pero un día en el que mi silencio hizo eco, mi corazón gritó. Llegó ese día en el que no quería ser de nadie, quería pertenecerme sólo a mí.

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