jueves, 17 de noviembre de 2016

Díselo a un mayor

Ayer dejé a mi marido. Yo estaba fascinada, enloquecida por él. Pero él por mi no. Estando embarazada empezó a engañarme con otras mujeres. Yo le descubría y él me golpeaba cada vez que lo hacía. Un día me abrió la cabeza. En el hospital me la cosieron y me abrieron para salvar a mi bebé.
Ayer, mientras ponía hielo en el ojo después de un puñetazo, mi niña me dijo:
  • Cuando empecé al colegio me explicaste: “No dejes que nadie te haga daño. Si eso ocurre, busca un mayor y díselo” Papi te hace daño. Díselo a un mayor.
    Minutos después las dos salimos de casa, tomadas de la mano, para no volver.

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