jueves, 17 de noviembre de 2016

Cinco minutos

Cinco minutos bastaron para que la mente se pusiese en blanco. Cinco minutos de agonía, de llantos, de gritos, de sufrimiento. Cinco minutos donde sus golpes ya no hacían efecto, donde el sentido del dolor ya había hecho "off", y donde las ganas de pasar a otro mundo se encendían. Sabía que durante esos cinco minutos, mi cuerpo estaría acorralado en una esquina sin posibilidad de escape. Donde por una vez me di cuenta, que tras el paso de esos cinco minutos, solo necesitaba otros cinco para coger el teléfono y dar fin a todo esto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario