miércoles, 18 de noviembre de 2015

Visita a un fantasma

Cuando el mayordomo abrió la enorme puerta de madera, la delicada sonrisa de la señora no eclipsó ni la taciturnidad de su alma ni sus morados pómulos pidiendo auxilio. Al ver que su mirada vagaba como un fantasma. Le recordó a su difunta madre en sus últimos días. 

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