martes, 17 de noviembre de 2015

TE QUIERO

He oído decir, a José Saramago le he oído decir, que el amor mata cuando muere, y que empieza a matar cuando empieza a morir. Pero dónde están los límites, dónde se encuentra la línea entre el amor y su muerte. Quién es capaz de señalar el punto exacto de esa fractura. Cuánta desolación, cuantos deseos estamos dispuestos a soportar en nombre del amor, antes de reconocer que el amor ha muerto, y más aún, que el amor nunca existió, o que duró lo que tarda en desaparecer la confusión de un deseo: amar y ser amados. TE QUIERO. 

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