miércoles, 18 de noviembre de 2015

LA DESPEDIDA DEL VAMPIRO

—¿Qué has hecho, amor? ¿Por qué has escuchado a este monje vengativo que empuña la cruz como si fuera una afilada espada? ¿Acaso no te ha confesado este hipócrita cuántas veces me invocó aquí mismo, de rodillas ante mi sepulcro, para que acudiese a su lecho? Pero ¡qué importa ya eso! ¿Qué te había hecho yo para que violaras mi tumba, poniendo al descubierto la miseria de mi muerte, y profanaras mi cuerpo atravesándolo con una estaca? ¿Por qué me has devuelto mal por bien? ¡Tú me has matado después de haberme jurado amor eterno! Me recordarás con dolor en mi ausencia.
Y diciendo esto, se disipó como el humo y jamás volví a verla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario